UCRONÍAS EN LA 3
Aun en ningún tiempo
-La silueta de papel-
Me encanta ver tu cara cuando intento decirte que la comparación de una con otra es una impertinencia
Una impertinencia el comparar algo que no sé.
Incrédula te miro ¿no? y tú, rindiéndote a mi postulado anónimo y no decirme: estúpida.
De nuevo aún sin ningún tiempo, desabastecida de él, sólo distraída con la silueta de papel.
¿Quién se comió a la silueta de papel?
Incapacitada para la reflexión me pregunto que será de la desquiciada Ucronía.
He de confesar que desde el primer momento mi mente confundió al ser humano.
Esto no tiene ninguna importancia.
A veces en uno de esos alardes de lucidez, creo, me vuelvo a preguntar si aquella visita de la cual querían hacer de mí un porvenir, hubiera sido provechosa, si la rápida ironía no hubiera obstaculizado tanta seriedad materna.
La imposibilidad de convencerme de que todas esas líneas, algunas de ellas ya suspendidas en el espacio eran para tapar las vergüenzas me anuló el orgullo y conocí el estupor.
Poco se podía hacer ya, no había vuelta atrás.
De nuevo la Ucronía se quedó suspendida, respirándome en el cogote, al borde del suicidio.
¿Qué quién se comió a la silueta de papel?
¡Vaya pregunta estúpida!
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